Uno entraba antes en la peluquería de barrio, anunciada por un rótulo-pirulo a barras rojas y azules, y ya en la silla el barbero este solía preguntar: “¿A favor o en contra?” Quería saber si, mientras cortaba el pelo, tenía que dar la razón al cliente en sus reflexiones políticas o futbolísticas o ponerle pegas dialécticas.
A favor o en contra. Dietari d’un perruquer somiatruites (Témenos Edicions), de Toni Coromina (Vic, 1955), periodista de ingenio , inteligencia y humor, es la ficción del futuro que nos espera. Hoy será presentado –escola Vedruna, plaza dels Àngels– por el músico Manolo García y el “traficant d’idees” Vicenç Altaió.
Una invitación al espíritu crítico a través las conversaciones que se escuchan en las peluquerías de Àgora Hair Fashion, multinacional creada por Abel Caminal, desaparecido en el 2023. Coromina, que dedica el libro a Fàtima, AkramyAiman –su esposa e hijos–, recuerda también al aviador de la República, acróbata y librepensador Joan de Milany.
Tras un año de la desaparición del personaje del libro, Clara, una antigua amante, recibe el diario secreto deAbel donde él volcó las conversaciones “a la carta” de sus clientes desde que en el 2014 inauguró su negocio. La ficción, en un pequeño pueblecito ficticio, Garronera. Coromina conoce el valor de cada cosa. Se mofa del mundo de artificio y el negocio y por las ranuras de esas anécdotas se filtra toda la humanidad y el sentimiento del que es capaz. Comoapunta Jordi Puntí en el prefacio “quienes conozcanaToni leerán estas páginas e inevitablemente, voluntariamente, sentirán su voz, la carcajada de trueno, las pausas en la conversación para acentuar el efecto. Los que no, descubriréis un autor con una lengua rica, popular, cercana, y acabaréis el libro pensando que os habéis hecho amigos. ¿No es esto, también, la literatura?”
En sólo ocho años Abel se convierte en multimillonario. En sus negocios hay “periodistas reciclados y profesores universitarios en paro” que se han puesto a estudiar técnicas de peluquería moderna. Y peluqueros, también reciclados, que hacen cursos de humanidades y dialéctica.
Los clientes hablan de todo: sanidad, ejércitos, enseñanza, mercados, prostitución, turismo, indignados, racismo… La peluquería como un ateneo. En el juego de futuribles, Coromina, con su ironía innata, pinta un país –año 2023– lleno de despidos masivos, donde periódicos y libros de papel desaparecen y el único medio de comunicación que sobrevive es la radio. Del resto del mundo, “sólo el fútbol resiste al embate”. ¿A favor o en contra?, una pregunta que bien podrían formularnos, hoy por hoy, los taxistas. Un diálogo a la carta, donde el cliente siempre tiene la razón –o nodependiendo de lo que se haya acordado al principio–. Le proponemos a Coromina un nuevo título: “No m’afaitaràs».
Fuente: La Vanguardia