MG: «¡Estoy hasta las narices de tanta multa!»

Nací en El Poblenou (Barcelona) hace 56 años. Canté con El Último de la Fila y, hoy por hoy, sigo mi carrera en solitario. Acabo de sacar CD, `Los días intactos´, y libro, `El fruto de la rama más alta´.

XLSemanal. Está usted casado por segunda vez y es padre de cuatro hijos.
Manolo García. [Carcajada]. ¡No has dado ni una! ¡Ni una, macho!

XL. ¡No me diga que Internet miente!
M.G. [Sonríe]. Y tanto que sí. La gente anónima mete ahí todo tipo de patrañas. Como la que dice que he nacido en Albacete cuando lo hice en Barcelona.

Fuente: XLSemanal – ENLACE

XL. Confiese, ¿qué tal padre es?
M.G. [Ríe]. Verás, yo lo que intento, y lo hago con gran vehemencia, es hacer un hijo en todas las ciudades a las que llego. Unas veces me sale muy bien y otras, fatal. De todas formas, lo que digan en Internet de mí me la trae floja.

XL. Falete ya se ha ofrecido. ¿Iría usted a Eurovisión si se lo propusiesen?
M.G. No. No tengo ningún interés en ese festival. Es más, no me interesa el tipo de música que promueve Eurovisión.

XL. Los maestros se movilizan este curso. ¿A quién beneficiará algo así?
M.G. ¡Buah, madre mía! A río revuelto, ganancia de pescadores. Me da que, menos a cuatro, eso perjudica a todos.

XL. Su ciudad prohíbe los toros. ¿Y eso?
M.G. ¡Estoy hasta las narices de tanta prohibición, de tanta multa! ¡Por ir sin camiseta, multa! ¡Por mear en la calle, multa! ¡Oye, todo son garrotazos! Abogo por la democracia suiza. Ellos, hasta para cambiar una bombilla en su Parlamento, hacen una votación.

XL. Si un día se pierde en Barcelona, ¿por dónde empezamos a buscarlo?
M.G. En una tasca que hay en la calle del Tino donde ponen un vermú a granel que te deja tieso [ríe]. Pues ahí.

XL. Donde no lo veremos nunca es en OT. ¿Tan mal lo hacían los triunfitos?
M.G. Era algo flagrante. Serrat o Bruce Springsteen sacaban disco y no salían en los telediarios. En cambio, estos chicos estaban ahí, disfrutando de una promoción gratuita, todo el puñetero día y en una tele pública. Por eso, me negué a que cantasen mis temas. Pero yo no tenía nada contra los chavales.

XL. Al final, resulta que los malos no estaban fuera de la SGAE, sino dentro.
M.G. [Carcajada]. ¡Vaya temas que me sacas, tío! ¿Qué te voy a contar? Yo soy socio desde hace 30 años, pero he visto los toros desde la barrera. Pero esto es como la política: que una persona pueda estar en un cargo de responsabilidad 20 o 25 años me parece una monstruosidad.

XL. Lo que es yo, insisto: ¿cómo mantiene al margen su vida privada?
M.G. Lo importante es la obra. El autor, la persona, tiene su caspa, su caries, su halitosis, su seborrea, su aerofagia… Como cualquier ser humano [sonríe].

Se aprende todos los trucos y vericuetos. Y las tentaciones son muy grandes. Lo que hay ahí es un abuso del poderoso. Lo que hay ahí es una democracia más falsa que un euro de plástico. El problema real es que las plataformas digitales nos están expoliando desde hace años a saco. Es el gran robo lo que están sacando a costa de todos los músicos. Es así de sencillo. Lo de cobrar a las peluquerías no deja de ser la cortina de humo de turno.
XL Lo suyo tiene mérito. A estas alturas apenas se sabe nada de su vida privada. ¿Cómo lo hace?
M.G. Lo importante es la obra, no el autor. Lo que puedo aportar, es mi trabajo. Lo demás, no tiene ni mayor ni menor interés. No hay secretos. Soy un tipo normal, te lo aseguro. Lo importante es lo que hay dentro de cada disco. El autor, la persona, tiene su caspa, su caries, su halitosis, su seborrea, su aerofagia… Como cualquier ser humano. Todo es igual [sonríe].
XL Demasiada humildad la suya. ¿No será usted un alienígena enviado a la Tierra para conquistar el mundo?
M.G. No, ni de coña. Me explico. Mira, mi ego está más que cubierto cuando me subo al escenario. Al bajar, creo que quiero pasar desapercibido como cualquier otro. No creo que a Brad Pitt o a Angelina Jolie les guste ser el centro de atención cuando no están trabajando. Soy demasiado normal. Ese es mi gran defecto y mi gran virtud.
XL Casado por segunda vez y padre de cuatro hijos.
M.G. [Sonríe] ¡No has dado ni una! ¡Ni una, macho!
XL¿Miente internet?
M.G. Y tanto que sí. Yo no lo miro nunca, pero todo lo que se mete ahí es mentira. La gente anónima mete ahí todo tipo de patrañas. Como la que dice que he nacido en Albacete cuando lo he hecho en Barcelona. Yo, sobre el tema que pones sobre la mesa, amores y demás, sólo puedo decirte que soy muy pequeño. Que no entiendo nada. Y, además, me han dicho unos amigos mayores que yo que es muy complicado.
XL Venga, confiese, ¿qué tal padre es Manolo García?
M.G. Voluntarioso. Verás, yo lo que intento, y lo hago con gran vehemencia, es hacer un hijo en todas las ciudades a las que llego. A veces me sale bien, a veces muy bien, y muchos días me sale fatal. Pero no conozco a mis hijos. Los hago y me voy [sonríe irónico]. De todas formas, lo que digan en internet, me la trae floja. n
brucespringsteen

ería capaz de enamorar a una mujer con un solo tuit.
Manolo García. [Carcajada] ¡Hombre, se supone que escribo textos y tengo unas pretensiones poeticolíricas! Claro que podría. Ahora bien, está por ver. Se podría intentar. Pero, finalmente, sería un engaño. Tendría que rematarlo luego con un contacto más real. Es imprescindible para enamorar a alguien la mirada y la cercanía física.

XL Saca disco, saca libro, vende cuadros… Oiga, ¿se ha enterado usted de que estamos en crisis?
M.G. [Ríe] Sí, claro que sí. Qué remedio. Pero te aclaro que mis cuadros no están en venta. A la venta están el libro y el disco. Yo, por suerte, después de muchos años de carrera, me dedico a mi tarea profesional con una cierta placidez, con una cierta calma.
XL¿Qué relación mantiene actualmente con Quimi Portet, su Zape en El último…?
M.G. De cordialidad. Nos vemos una vez al año. Tenemos una charla. Vivimos en ciudades distantes y no es fácil verse. Pero mantengo una gran amistad con él.
XL¿Por qué causa más o menos perdida volvería a reunirse El Último de la Fila?
M.G. [Ríe] Hay tantísimas causas perdidas que por ninguna. Podría ser un lío. El ültimo de la fila hizo lo que tenía que hacer. Llegó hasta donde llegó. Por lo que a mí respecta, el discurso se agotó y me parecería poco digno seguir rebañando las sobras de un plato.

XL¿Por qué los políticos parecen estar a por uvas desde hace unos años?
M.G. No lo sé. Y no entiendo cómo se puede hacer tan mal.
XL ¿Adónde mandaría al FMI?
M.G. [Serio] La cuestión es muy simple. A cualquier neófito en temas económicos no se le escapa que la cuestión clave es reparto, justicia social. ¿Por qué la pirámide tiene que estar cada vez con más punta? Es muy peligroso. Equidad y justicia. Sé que son palabras manidas. Pero no es tan difícil. La fórmula es muy simple.
XL Barcelona. La capital del ‘diseny’ multa a las prostitutas porque estorban o afean las calles. ¿Dalí estaría orgulloso de algo tan surreal?
M.G. Lo he leído en prensa. Entiendo que si te paseas con tu sobrinilla o con tu hija pequeña por cualquier lugar repleto de mujeres semidesnudas, vas a tener que dar respuestas a preguntas peliagudas. Es algo muy indigno que tengan que buscarse la vida así. Más que multarlas, lo que pretenden es erradicarlas de las carreteras. Y eso es algo de sentido común. Pobres mujeres. Lo que habría es que regular la prostitución para que sus condiciones mejores.