El Manolo García más íntimo se reinventa en formato acústico

Manolo García es como un pintor que dibuja canciones, como uno de esos artistas que se ha metido en el alma de sus fans y cuyo repertorio forma parte de la banda sonora de la vida de todo el mundo.

El de anoche fue el primero de los dos conciertos que tiene programados en el Auditorium de Palma y que llevó a más de un millar de personas a corear con el artista sus temas nuevos pero sobre todo, las canciones de siempre. Arrancó entre sonoros aplausos y no perdió la oportunidad de mostrar una ácida crítica hacia las redes sociales y el rechazo que hacia ellas siente .

Este barcelonés, hijo orgulloso de inmigrantes de la sierra de Albacete, lleva subido a los escenarios desde hace casi cuatro décadas, concretamente desde 1981. Lo ha hecho con diferentes formaciones como Los rápidos, Los Burros o El Último de la Fila y desde 1998 lo hace en solitario.

EL DE AYER FUE UN FORMATO MÁS ÍNTIMO Y MÁS SENCILLO DE LO NORMAL EN MANOLO GARCÍA

Tras una dilatada carrera llenando campos de fútbol y plazas de toros, a Manolo García el cuerpo le ha pedido un formato más sencillo, un encuentro más cercano con su público de siempre, y así, desde la sencillez, es como ha surgido esta gira 2019.

De este modo, el Manolo García de siempre nos sorprende y se reinventa con un concierto en acústico donde le es posible ofrecer una nueva interpretación con la misma voz a la que ene acostumbrados y con la misma honestidad en cada nota.

Con este nuevo formato, más íntimo y alejado de todo lo eléctrico, el cantante ha conseguido llegar a su público con un punto añadido de cercanía que hasta ahora no le había sido fácil mostrar.

Y desde luego no lo ha hecho en solitario porque Manolo García se ha echado a la carretera en esta última gira acompañado de una banda formidable.

Esta banda, cuidadosamente escogida, está formada por músicos como Ricardo Marín, Víctor Iniesta, Josete Ordoñez (guitarras españolas, acústicas y laúd), Juan Carlos García (piano, percusión y coros), Olvido Lanza (violín y chelo), Charly Sardà (percusiones) e Iñigo Goldaracena (contrabajo y acordeón).

Los conciertos de Manolo García son ese tipo de experiencias para tener bien guardaditas en el alma, para cuando las cosas de la vida vienen mal dadas y uno  siempre puede recordar la energía y el amor que le pone a cada nota, a cada palabra.

Aunque he de reconocer que a mí, al final, me queda la duda de si un personaje que afirma sin despeinarse que somos levedad, debería pasar a la historia como músico, como poeta o como filósofo.

La próxima vez que venga a Mallorca se lo pregunto.

Manolo García
Fotos: Isabelle Sleijpen


Fuente: Crónica Balear – Isabel F.R. e Isabelle Sliejpen – ENLACE