Manolo García: «Si no tienes ilusión y curiosidad, estás acabado»

Este pintor de letras vuelve a Tarragona con toda la banda para ofrecer un concierto único, cargado de pasado y presente musical.

Empezó pintando cuadros y óleos para terminar pintando de emociones y sensaciones nuestras vidas gracias a las canciones de bandas como Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila.

Este pintor de letras no es otro que Manolo García, el del Poble Nou, el que tiene nombre normal, el que siempre se mezcla con el público y al que le sobran los ‘postureos’ y las redes sociales y le enamoran los abrazos, pasear por el mar y sentirse libre.

Manolo García vuelve a Tarragona, una ciudad que le gusta mucho por su ruinas y su Mar Mediterráneo de Serrat y vuelve con toda la banda para ofrecer un concierto único, cargado de pasado y presente musical donde pasearemos por San Fernando y crearemos nuestros propios pájaros de barro. Lleva toda la vida llenando salas, pero nos atiende con la misma alegría y humanidad que el primer día, y eso es de agradecer.

Manolo García, bon dia, ¿cómo está?
Muy bien, gracias. Estoy muy contento de estar girando, de hablar contigo Sílvia, de que salga el sol y de volver  a la Tarraco Imperial después de tantos años.

¿Qué le pillamos haciendo? 
 Pues estoy pintando un cuadro al que he llamado Durmiente entre las ruinas y en el que se ve un señor que duerme en la playa muy cerquita de la orilla. Podría ser cualquier playa de Tarragona con las maravillosas ruinas que tenéis y que tanto me gustan.

¿Usted es consciente que generación tras generación se escuchan sus canciones y que todos y todas tenemos algún tema suyo como favorito?
Es bonito ver como de unas personas a otras nos damos alegrías por medio del arte. Qué poca importancia le da nuestra política a la cultura, nos la han machacado pero es tan necesaria para las personas que sigue viva. Los políticos nos alejan de las cosas bonitas de la vida y sólo les gusta meterse en líos y, de paso, arrastrarnos a nosotros, en lugar de estar tranquilos, ser honrados y preocuparse por una equidad y justicia social.

Usted siempre habla de lo importante que es sentirse libre. ¿En qué momento cree que está la libertad en la sociedad actual?
Somos una tribu demasiado grande y no es nada fácil coordinarnos. No dudo de que haya políticos con buena voluntad pero tenemos que dejar claro a todo el mundo que la libertad está por encima de todo. El sistema neoliberal, el capitalismo furibundo han resultado ser violentos y sanguinarios y no es conveniente para el ser humano vivir en el terror y por eso los mandatarios a partir de la idea de igualdad social y de un mundo pacificado, lo tienen fácil porque el humano lo que quiere es vivir tranquilo.

¿Protestamos más para reivindicar derechos?
Claro, en el momento que nos aprietan las tuercas, es cuando protestamos, pero deberíamos apoyarnos más entre los diferentes colectivos. Ante la opresión, el animal que llevamos dentro, salta. Me alegra ver cómo protestan los estudiantes por el cambio climático porque toman conciencia; me alegra saber que en Lleida hay escuelas de pastores y que hay gente que no sólo piensa en forrarse, tengo alguna esperanza de que haya  un mundo mejor.

¿Qué función social tiene la música de antes y la de ahora?
La de los 70 como la de The Doors, Dylan o Joan Baez ha servido para reivindicar; luego el sistema se ha dado cuenta de que no interesaba una mosca cojonera y la fagocitó. Y la de ahora es más de consumo, bailoteo y fiesta, que está muy bien pero también me parece interesante que haya poesía en la música, que haya juglares del siglo XXI que en su discurso transmitan un mensaje que nos haga pensar y nos aporte ideas sobre la libertad

¿Quienes son esos juglares para usted?
En Catalunya tengo mis favoritos que son Adrià Puntí e Ivette Nadal. Wilco también me fascina y si estoy más cañero escucho Greenday. De los 90 me quedo con Nirvana, para mí majestuosos.

Vive sin redes sociales y asegura estar feliz y tranquilo, pero se pierde saber lo mucho que le quiere la gente.
Prefiero no saberlo porque podría enfermar de vanidad y me gusta estar sano. Las redes no me interesan, me gusta pintar, leer, pasear… Necesito mar, aire libre, la pureza de la vida y sentir las emociones que nos da la música. Para mí lo importante es que ‘se me ponga la carne de gallina y los pelos de punta’, emocionarme.

¿Piensa que sin música la vida no tendría sentido?
Yo sí lo siento así y no sólo por cantar y componer sino por cosas como estar hablando contigo de música; poder hablar de mi trabajo, intentar que la gente venga al concierto y explicar lo que siente mi corazón. Hablar de música y de arte me esponja el corazón, aunque parezca cursi.

Usted hace feliz a la gente pero ¿qué le aporta a usted la gente que va a sus conciertos?
Voy a ser cursi otra vez pero me da igual; es un intercambio de amor porque vivimos en un mundo distraído y hay que vivir cada día un poco. Tenemos que darle aunque sean 5 minutos a nuestro corazón y llenarlo de cosas bonitas e inmateriales como darle una abrazo a un amigo, leer un libro y sentir que eres feliz porque la vida se escapa.

¿Nos preocupamos mucho por cosas banales y poco por ser felices?
En general sí, la gente se preocupa por tener cosas como un coche, un móvil y la felicidad no es ésto. Cuando eres feliz no te duele nada y está claro que escuchar una canción o reírte con un amigo alegran el corazón. La mejor manera de estar en el mundo es dando alegrías a los demás y para eso no hay que hacer grandes regalos.

Usted es de los que grita y canta que ‘nunca es tarde’.
Es que es así y uno tiene que hacer las cosas cuando le apetezcan sin permitir que la sociedad nos condicione. Nunca es tarde para nada y el que diga lo contrario no tiene ni que estar en este planeta. Da igual el dni o los años que tengas, si no tienes ilusión y curiosidad, estás acabado.

Vuelve a Tarragona para ofrecer un concierto acústico con la banda completa.
Es un concierto especial porque nos lo pasamos tan bien que no tenemos prisa en marcharnos. Rescatamos temas antiguos de todas las épocas pero los hemos versionado y la gente ni los reconoce al principio. El escenario es también espectacular y hay mucha conexión entre lo que pasa arriba y abajo.

Por cierto, hoy mismo su amigo Quimi Portet está tocando en el Minipop.
¡Ostras pues no lo sabía! y por supuesto que iré a saludarlo porque además este tipo de festivales me parecen muy interesantes; así que me escaparé para verlo.

Gracias Manolo por este ratito de charla y por su música.
Gracias a ti por la buena energía, por permitirme hablar de mis amores como las canciones y el arte y espero darte un abrazo en el concierto.

Fuente: Diari de Tarragona – ENLACE