Manolo García, más de museos que de bares de copas

El cantante y pintor expone hasta el 30 de enero de 2022 «Cuerpos Celestes», muestra donde descubre su mayor faceta pictórica

Que la relación de Manolo García con la pintura es tan intensa como con la música no es novedad. Lo que sí ha cambiado durante los últimos años, dice a LA RAZÓN desde el otro lado del teléfono, «es que ya no soy amateur, sino que me considero pintor. Porque tengo mirada y corazón de pintor». «Los músicos a veces tenemos fama de noctámbulos, bohemios, personas que pululan por los bares… Pero yo seguro que he visitado más museos que bares de copas. Mi memoria pictórica está plenísima, y también la musical», asegura el que fue líder de El último de la fila. A los 15 años Manolo García ya estaba en un escenario, y paralelamente «me ganaba la vida en el mundo del diseño, no paraba de pintar», recuerda. «Cuando estudié Diseño Gráfico en la Escuela de Artes Aplicadas de Barcelona, las clases que más me gustaban eran las de dibujo, modelado o fotografía. Sabía que ese no iba a ser mi plan definitivo, pero me encantaba». Así, mientras que en 1985 El último de la fila comenzaba a despegar, «en 1987 tuve mi primera exposición, donde demostré que mi oficio como pintor daba resultado. No monetario, que tampoco lo perseguía, sino emocional».

El cantante no distingue, por tanto, entre pintura y música, pues ambas disciplinas las emplea con pasión, «buscando ese baile de relevos e intercambio de emociones» que caracterizan a ambas. «Quiero ser feliz, y por eso soy músico y pintor. Además, la particularidad que tienen en común es que esa emoción la puedes compartir». No obstante, no todo es sentimental y visceral, sino que también es imprescindible en este ámbito saber manejar y respetar al tiempo. «Pintar un cuadro o hacer una canción es muy difícil», asegura el de los «Pájaros de barro», «así que aprendes a esperar, y esa paciencia es muy útil, te da una posibilidad de calma que, en los días que vivimos, a mí me ayuda muchísimo».

Manolo García, junto a varios de sus cuadros que pertenecen a su exposición “Cuerpos celestes”
Manolo García, junto a varios de sus cuadros que pertenecen a su exposición “Cuerpos celestes” FOTO: DANI LUQUE EFE

Entre Fortuny y Dalí

Manolo García se considera fan «de todos los ‘’ismos’’, me gusta mucho el impresionismo, el dadaísmo, el surrealismo, y la pintura de la primera mitad del siglo XX». Entre sus pintores favoritos, figura «Fortuny, que me marcó, y también Sorolla es un artista mágico, pues no le hacía falta dibujar, con un esbozo ya era capaz de darle luz, sombra, profundidad y vida a todo. Me parece magistral». Y también le gusta «Picasso, quien no tiene nada que ver con los otros, pero su vitalidad y su forma de romper esquemas también me atrae. Lo que haya hecho en su vida es cosa de él, porque a veces ha sido denostado por su comportamiento, pero su obra es muy viva. Esa manera de mojarse y meterse en terreno desconocido me gusta mucho». Una figura que, asimismo, compara con Dalí, pues opina que ambos artistas «tenían un equipo de marketing perfecto, pues eran ellos mismos».

FOTO: DANI LUQUE EFE

Con toda esta información visual que le viene, como apuntaba antes, por estar frecuentemente rodeado de obras de arte, Manolo García da forma a sus creaciones. Y ahora, hasta el 30 de enero de 2022, las expone en Alhaurín de la Torre (Málaga), en la muestra «Cuerpos Celestes». «Hay 35 dibujos de carretera, porque están hechos en los hoteles. Ahora todo el mundo lleva a los viajes sus dispositivos electrónicos, pero yo prefiero un cuaderno de dibujo, unos lápices y una goma de borrar. También expongo 12 esculturas de madera e hierro pequeñas, y 60 cuadros de acrílicos, óleos y algún collage».

«Pinto animales, montañas, masas líquidas y formas vegetales abstractas, dentro de mis obras oníricas, porque persigo con encono esa esencia, la que no me ofrece mi moderna forma de vivir», resume el músico y, ya es oficial, también pintor.

Fuente: La Razón – ENLACE