Manolo García expone sus cuadros en Málaga: de El último de la Fila a pintor con talento

Manolo García, el que fue miembro de «El último de la fila», el grupo de pop-rock de los 80 y 90, tenía otros planes en su vida antes de dedicarse a la música: pintar. Y esa faceta, desconocida para muchos, ha sido y es su gran pasión, que compagina en la actualidad con su carrera en solitario como cantautor.

Es la cara menos conocida de del cantautor Manolo García, sin embargo la pintura es una pasión a la altura de la música para él, como lo es para otros cantoautores como Joaquín Sabina quien ha sacado rédito económico a sus creaciones. A los 7 años ya mezclaba colores con desechos industriales en la terraza de su casa. De adolescente, se hizo experto en pintar cielos y lagos al óleo y a los 17 años se matriculaba en Diseño Gráfico y Artes Plásticas en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona, compaginando sus estudios con trabajos en agencias de publicidad para acabar diseñando más de 400 portadas de discos, generalmente en formato casete, para casas discográficas que realizaban versiones piratas de los LP más populares de los 70. Y, a la vez, ya componía también para bandas locales.

Ahora, hasta el 30 de enero, 60 obras escultóricas y pictóricas (de las que 35 son dibujos a carboncillo realizados por el artista en sus giras como músico) estarán expuestas, bajo el título «Cuerpos Celestes», en La Finca El Portón de Alhaurín de la Torre, Málaga.

El cantoautor con algunos de sus cuadros expuestos en Málaga.
El cantoautor con algunos de sus cuadros expuestos en Málaga.

Organizada por Eme de Mar Cultura en colaboración con el ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, está siendo un éxito de crítica y público desde que se inauguró el pasado 3 de diciembre, y refleja cómo el artista catalán maneja el lenguaje visual tan bien como el lenguaje escrito y cómo aúna el arte naíf con influencias del impresionismo, el surrealismo y el dadaísmo entre otras corrientes artísticas.

El artista pretende con «Cuerpos Celestes» desligarse de la tecnología para no alejarnos de nuestra esencia: «Pinto animales, montañas, masas líquidas y formas vegetales abstractas, dentro de mis obras oníricas, porque persigo con encono esa esencia, la que no me ofrece mi moderna forma de vivir», asegura García.

Los éxitos que le reportaron «El último de la fila» durante los años 80 y prácticamente todos los 90 y que le llevó hasta a ser telonero de Tina Turner en sus conciertos por Europa, no hizo que abandonara su pasión por los dibujos y por la pintura hasta el punto de haber participado en más de 20 exposiciones en España desde que presentó por primera vez su obra al público en Menorca en 1992.

Manolo García expone 60 obras escultóricas y pictóricas.
Manolo García expone 60 obras escultóricas y pictóricas.

Manolo garcía y la pintura como escape

Es evidente que la pintura es la válvula de escape de Manolo García, su meditación activa para evitar el estrés de los escenarios y alimentar su creatividad de nuevas letras y de buena música. Desde 1998 actúa en solitario, y con el mismo o más éxito comercial, y no ha parado de realizar giras por el mundo, ganar numerosos premios, reconocimientos, discos de platino… ni de exponer sus trabajos como lo que él denomina «una afición por la que no percibo remuneración económica». Como curiosidad, la portada de su primer álbum en solitario «Arena en los bolsillos» está ilustrada por su pintura al óleo Pulpo y el escolar y para la de «Nuevas mezclas», Manolo reprodujo al óleo una fotografía del DJ, Bob Collins.

«Tal y como fusiono, escribo y ligo instrumentos en la música lo hago en la pintura. Soy bastante barroco y rococó. Recargo los cuadros. Del título de un cuadro se me ocurre una canción y cojo la guitarra. Con la pintura me mancho entero, a veces pinto con los dedos. Tengo la suerte de pasarme días y mañanas enteras porque las horas me pasan muy deprisa creando», ha asegurado. Y de esa fusión que habla Manolo surge en 2004 una recopilación de sus obras pictóricas llamada «Vacaciones de mí mismo» en la que sus cuadros estaban acompañados por la gran mayoría de las letras escritas por el artista durante toda su carrera, además de numerosas fotografías.

«Mi pretensión pictórica no es perdurar, pinto para ser feliz«, con esas palabras se dirigió Manolo García a los asistentes al acto inaugural y animaba a los asistentes a disfrutar de todo el arte que nos rodea, añadiendo que «solo hay que saber mirar». Pues lo dicho, hasta el 30 de enero, su arte está al alcance de todos los que quieran disfrutar de este otro don del cantautor.

Manolo García con una de sus esculturas.
Manolo García con una de sus esculturas.

Fuente: Expansión – Cristina Acebal – ENLACE