Emblema del pop de los ochenta, Manolo García empezó picando piedra con Los Burros, una banda que pasó desapercibida y que no estaría de más recuperar, y tocó el cielo con El Último de la Fila, probablemente la banda de mayor éxito en España entre finales de los ochenta y principios de los noventa. Criado en el barrio barcelonés del Poblenou, el cantante emprendió a finales de los noventa una carrera en solitario marcada por el cruce de rock, flamenco e influencias orientales.

Mientras que su antiguo compañero de aventuras musicales, Quimi Portet, sí que se ha mostrado abiertamente partidario de la independencia, García se ha venido mostrando más reservado, centrándose sobre todo en la crítica social y brindando su apoyo moral a movimientos como el 15-M. «Hay que ser conscientes de que la primera violencia la generan los estados, los bancos, los poderes fácticos», aseguraba el cantante en 2011.

Fuente: ABC – ENLACE